D’A 2014 – La supervivencia de las especies en condiciones adversas

El Festival Internacional de Cinema d’Autor de Barcelona celebra su cuarta edición y lo hace, a pesar de los tiempos que corren, por todo lo alto. Los cines Aribau Club, el teatro del CCCB, la Filmoteca de Catalunya y la sede de la SGAE acogerán, durante diez días (del 25 de abril al 4 de mayo), una extensa programación compuesta por sesenta y un largometrajes, mesas redondas, talleres y otras actividades.

En el año 2010 se celebró la 12ª y última edición del BAFF, el Festival de Cine Asiático de Barcelona (dirigido por Amaia Torrecilla y Carlos R. Ríos). Tras el revuelo y la conmoción causados por la inesperada desaparición de este prestigioso festival que había conseguido el apoyo incondicional de su público, un año después nació el D’A (dirigido por el mismo director), festival cuya máxima prioridad sería ofrecer al espectador cine de autor de calidad que en contadas ocasiones llega a proyectarse en salas comerciales.

Varias son las secciones que estructuran el festival. Algunas de ellas fijas, como Direccions, Talents, Autoria catalana o Retrospectiva (este año dedicada a Denis Côté); y otras que varían en cada edición. En este caso, el festival cuenta con A toute vitesse (sección conformada por seis películas de directores debutantes que abordan el tema de la adolescencia y el paso a la edad adulta con todas las dudas, contradicciones y temores que ello conlleva) y Un impulso colectivo, ciclo comisariado por Carlos Losilla que realiza una detallada cartografía (11 películas) por el cine español reciente más arriesgado.

DA

Un impulso colectivo, un empeño necesario.

Independiente, autoproducción, low cost, do it yourself, underground, híbrido, precario, periférico, marginal… son sólo algunas de las expresiones que pretenden definir, acotar, calificar (o en algunos casos descalificar) ciertas producciones del cine español.

Carlos Balbuena, Victor Moreno, Jordi Morató, Chema García Ibarra, el colectivo Los Hijos... No hay una serie de rasgos característicos de puesta en escena que cohesionen a toda esta serie de autores como grupo, no hay una escuela concreta que los una, no hay un solo modo de hacer ni una temática concreta abordada, ni siquiera hay unos mismos referentes conceptuales. Pero si hay algo que caracteriza a todos ellos y a sus películas es un impulso: ese impulso inicial que les llevó a realizar un filme, la mayor parte de las veces en las circunstancias más adversas y con un equipo humano y unos medios técnicos extremadamente limitados.

A menudo nos consolamos pensando que la precariedad agudiza el ingenio, que a veces no son necesarios tantos medios como los de la industria hollywoodiense para realizar una buena película, que con poco puede hacerse mucho, que lo más importante son las ganas, el tesón, las ideas  y la profesionalidad, que las limitaciones económicas permiten, al menos, disponer de una total libertad creativa. Nos esforzamos en ver el lado positivo del asunto y pensamos que en algún momento terminará la época de vacas flacas, las aguas volverán a su cauce y la industria del cine encontrará algo parecido a un equilibrio, una sostenibilidad para todas esas películas que, de momento, bastante suerte tienen si consiguen ser proyectadas en algunos circuitos alternativos.

Pero… ¿Cuál es la actitud correcta ante esta situación? ¿Protestar? ¿Exigir unas condiciones de producción mínimamente dignas  que estabilicen el sector? ¿Detener las máquinas hasta que pase el temporal? ¿Esperar tiempos mejores? ¿Dedicarse a otra cosa? ¿O seguir contra viento y marea luchando por el futuro de un cine incierto que, por otro lado, goza de una salud creativa inusitada desde mucho tiempo ha?

This entry was posted in Jump cut and tagged , Amaia Torrecilla, BAAF, Carlos Losilla, Carlos R. Ríos, cine español, D'Autor, Denis Côté.

Deja un comentario